• CASARES y Rodríguez, Antonio

    (1812-1888).

    Español, nació en Monforte el 12 de abril de 1812 y murió en Santiago de Compostela el 12 de Abril de 1888. Químico, el principal científico gallego del siglo XIX. Responsable de numerosas investigaciones relacionadas con la aplicación práctica de la química, fue la figura más brillante de la Universidad de Santiago, donde realizó experiencias pioneras en el uso quirúrgico del cloroformo y el éter. Su importancia histórica se debe también al hecho de haber difundido algunos de los principales avances técnicos de su tiempo, como la luz eléctrica.

    En una vivienda de la calle que lleva actualmente su nombre. A pesar del enorme prestigio que tuvo Antonio Casares Rodríguez en su tiempo -y del que aún sigue teniendo hoy en día-, el único monumento que le ha dedicado su ciudad natal es la de dar su nombre a la calle en donde nació. Su figura sigue presente en otros lugares. En el claustro de la Facultad de Geografía e Historia de Santiago puede verse una pintura alegórica dedicada a su memoria y en la Universidad de Vigo existe el Foro Químico Antonio Casares.

    El científico monfortino es considerado como el padre de la química gallega y éste fue el terreno en que desarrolló sus actividades. Durante mucho tiempo, los estudiantes de esta especialidad en toda España se guiaron por el Tratado de química general que publicó por primera vez en 1848 y que fue reimpreso varias veces.

    Casares se preocupó por las aplicaciones prácticas de la química en la medicina y en otros terrenos, desempeñando un papel fundamental en la difusión de los anestésicos. Las dos primeras operaciones quirúrgicas realizadas con cloroformo en España se llevaron a cabo en diciembre de 1847 en Santiago y Barcelona; en la que se efectuó en la capital gallega se empleó cloroformo elaborado por Casares mediante un método propio. Ese año colaboró en una de las primeras experiencias de uso quirúrgico del éter en España, encargándose de la preparación del anestésico. Casares exigió que fuese experimentado en animales antes de aplicarlo a los pacientes. El carácter pionero de sus iniciativas se extendió a otros terrenos, como la química de la nutrición y la toxicología. Al célebre químico monfortino se le debe por otra parte el que seguramente es el primer estudio científico sistemático de los vinos gallegos -incluyendo los de la Ribeira Sacra- y el análisis de numerosas fuentes medicinales que se convertirían en célebres balnearios, como el de O Incio.

    Padre del eminente científico español José Casares Gil.

    Autor: José Luis Zamora Rubio