• CASASECA y Silvan, José Luis.

    (1800-1869)

    Nació en Salamanca, España, el 25 de agosto de 1800 y falleció en Barcelona, España, el 8 de octubre de 1869.

    Químico y Tecnólogo industrial, Profesor e Investigador. Su padre, el Doctor en Leyes y Cánones Antonio Casaseca, y su suegro, el grabador y artífice-mecánico Bartolomé Sureda, habían estado al servicio de los ocupantes bonapartistas, por lo cual se vieron obligados a huir hacia Francia. De regreso a España, Sureda ocupó la dirección de las Reales Fábricas de Loza de la Moncloa y de Cristales de la Granja, además de las clases de delineación en el Conservatorio de Artes de Madrid, institución de enseñanza tecnológica industrial.

    Licenciado en Ciencias en la Universidad de París (1822). Adquirió aprendizaje experimental, entre 1819 y 1822, como ayudante del químico Thenard durante sus lecciones públicas en el Colegio de Francia. Se le puede considerar "Padre de la química cubana", pues formó a figuras importantes como Antonio Caro, Ramón María de Hita, Joaquín Fabián de Aenlle, Cayetano Aguilera y Álvaro Reynoso, éste último, su discípulo predilecto en el Colegio de San Cristóbal, entre 1844 y 1845, y su sustituto en el Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana.

    Desde el referido Instituto se dedicó a las aplicaciones industriales, sobre todo azucareras, entre 1848-1859, aunque dio los primeros pasos en el análisis de abonos y suelos. Su labor científica se vio afectada por los numerosos análisis químico - legales que realizó, a instancia de las autoridades judiciales. Fue el primero en impartir una enseñanza sistemática de la química experimenta en Cuba, a cuya labor se dedicó por espacio de 22 años. De igual forma, fue también el primero en institucionalizar la actividad de investigación, de manera independiente a la docencia.

    Llegó a ser Ayudante y Vice-profesor de la Cátedra de Química del valenciano Andrés Alcón, en la Universidad Central de Madrid, España, durante el Trienio Liberal (1822- 1823). Restaurado el Absolutismo, fue Catedrático de Química del Real Conservatorio de Artes de Madrid, entre 1827 y 1832. A instancias de Ramón de la Sagra, se trasladó a La Habana hacia finales de 1836, dando atención a la Cátedra de Química de la Real Junta de Fomento (1837-1841), a la Cátedra de Química de la Real Junta Superior Gubernativa de Farmacia (1839-1842) y, desde 1845 hasta 1849, a la Cátedra especial de Física y de Química aplicada a la industria y a la agricultura, oficialmente adscrita al "Colegio Universitario" (antecedente de la Escuela General Preparatoria, creada en 1857), dentro del proceso de secularización de la Universidad de La Habana, comenzado en 1842.

    Fue fundador del Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana, en 1848, uno de los primeros laboratorios de química en el mundo dedicado exclusivamente a la investigación industrial. Parte importante de su obra científica se encuentra en las Memorias de la Sociedad Económica de La Habana. En 1854 dirigió los Anales y Memorias de la Real Junta de Fomento y de la Real Sociedad Económica de La Habana. Resultó ser el primer científico que se percató de que los países capitalistas avanzados habían entrado en una verdadera revolución industrial desde finales del siglo XVIII, lo cual introducía cambios en el mundo, y se esforzó por determinar si ello podía incidir en el desarrollo técnico y económico de Cuba.

    Director en Madrid, España, de la Real Fábrica de Gas en 1833. Comisionado en 1833 por el gobierno español para estudiar los avances industriales de Gran Bretaña. Fue Corresponsal de la Sociedad de Farmacia de París (1825), de la Sociedad de Historia Natural de Montpellier (1826), de la Real Sociedad Económica de La Habana y de la Sociedad Zoológica de Londres (1830), así como Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (1834). En 1842, por encargo del gobierno español, estudió en Europa los adelantos tecnológicos de la industria remolachera y, en 1847, participó, como jurado, en la Primera Exposición Pública de productos de la Industria Cubana, efectuada en La Habana.

    Obtuvo, en 1833, la Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, debido a la instalación del alumbrado de gas en el Palacio Real de Madrid. Tuvo vínculos estrechos con los funcionarios del gobierno colonial en Cuba, sin que, al parecer, se opusiera a las posiciones del reformismo político cubano.

    Autor: José Luis Zamora Rubio