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14 Febrero 2010

Lanzarote Canarias

Salida de campo de los compañeros Julio y Estela, a Lanzarote, (Islas Canarias) en busca de Olivina.
La isla de Lanzarote, en el archipiélago canario, es famosa y conocida mundialmente por sus volcanes y por la Olivina , piedra semi-preciosa, de bellos cristalitos verdes, de donde le viene el nombre y que se puede encontrar en las rocas volcánicas, lavas y basaltos, que son el 70 % de la superficie de la isla.
El problema, para los aficionados a los minerales, es múltiple. Por un lado, la necesidad de respetar las zonas del Parque Nacional, donde ni siquiera se puede pisar. Por otro lado, la gran dureza de la matriz donde encontramos la Olivina, generalmente basalto, que impide cualquier intento de extracción o fraccionado. Además que no está muy claro si está permitido el picar para extraerla, aunque sea fuera del Parque Nacional. Las piezas que puedes encontrar de adorno en multitud de comercios, nadie confiesa que las haya extraído directamente. Suelen comentarte que las han encontrado con motivo de alguna obra o junto a alguna carretera, donde alguna maquina las había arrancado de su lugar de origen.

Y finalmente está el último obstáculo. Su peso, ya que en los aviones el peso máximo del equipaje por persona, está en 20 kgs. Lo que te deja muy poco margen, ya que una pieza de Olivina, del tamaño de una pelota de tenis sobrepasa fácilmente los 300 grs. A lo que hay que añadir que varias personas me aconsejaron no llevar piezas en el equipaje de mano ya que corría el riesgo de que me las confiscasen al pasar los controles policiales. Es mejor llevarlas en las maletas. No sé lo que habrá de cierto en todo esto, pero por precaución me traje los mejores ejemplares en las maletas, rozando el límite de peso permitido y para probar, puse algunos trozos mas pequeños en mi mochila, que llevaba en la mano. La verdad, nadie me dijo nada y el escáner me dejó pasar con mi pequeña carga de prueba, sin ningún contratiempo.
Resumen. Una visita al país de los volcanes, que no olvidaré nunca. Como tampoco olvidaré los preciosos ejemplares de Olivina que me ví obligado a dejar en la isla.