8, 9 y 10 de Marzo de 2013. EXPOMINERALES XXXIII Edición

Un año más se ha celebrado durante tres días en el bello marco del patio interior de la Escuela de Minas de Madrid una espectacular exposición con piezas únicas de minerales, fósiles, gemas y meteoritos. Esta XXXIII edición de Expominerales ha resultado, de nuevo, todo un éxito de público asistente, visitantes y participantes en los distintos talleres que se han ofrecido a pequeños y no tan pequeños (Talleres de reconocimiento y uso de minerales, talleres didácticos de medio ambiente y de bateo de oro).
Una de las novedades más interesantes de este año ha sido el apartado de las Actividades para personas con discapacidad visual. Así, dentro del proyecto financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), C3M Ciencia cercana Cooperativa a través de la Mineralogía (FCT.12-4923) y la colaboración de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), se han desarrollado el viernes día 8, con gran éxito y enorme interés de los participantes, un taller de minerales (Los sentidos), en el que pudieron reconocer algunos minerales por sus propiedades organolépticas y unas visitas guiadas a la mina Marcelo Jorissen, con monitores y alumnos de la Escuela que les contaron su historia, anécdotas y leyendas de algunas minas subterráneas.
Continuando con el capítulo de novedades, señalar que este año Expominerales ha estado dedicado a La Rioja y se presentaron, dentro del programa de Municipios Mineros, que tiene por objeto fomentar el patrimonio minero y la divulgación de la mineralogía, actividades en las que se describirán los recursos mineros y su entorno. En el acto se entregaron a todos los asistentes un mineral representativo de la Rioja (Pirita) y dos fichas donde se muestran fotografías y características de los minerales más representativos de esa región.
El sábado a las 12 h se presentó el proyecto con una breve introducción y a las 13 h Santiago Jiménez, director del museo de ciencias naturales de Arnedo impartió la interesante conferencia sobre “Prejano municipio minero y paleontológico”. Al finalizar el acto, todos los asistentes pudieron degustar unas exquisitas rosquillas riojanas acompañadas con una copita de vino moscatel. El domingo a las 12 h Urbano Espinosa, ex rector de la universidad de La Rioja impartió la conferencia “Descubriendo al San Millán histórico a través de la arqueología”.
También como novedad este año, y saliendo del mundo de las ciencias de la tierra, se ha podido visitar en grupos de 30 personas el museo de arte de la Fundación Gómez Pardo con las donaciones de don Félix Cañada a la Escuela de Minas.
Como casi siempre, uno de los talleres más demandados, y cuyas plazas antes se agotaron, fue el del ya tradicional bateo de oro que se realizó en el patio exterior de la Escuela, aunque la lluvia presente no acompaño se celebró como estaba previsto y se adquirieron algunos chubasqueros para cubrir a los participantes. Una vez metidos en faena, no importaba tanto la lluvia, que nos acompaño de forma intensa especialmente el viernes 8, porque todos deseaban participar en esa especie de “loca fiebre del oro”.
Otro gran llenazo sin parar, como siempre, fue la visita a la Mina-Museo Marcelo Jorissen, situada a quince metros de profundidad en pleno corazón de la almendra urbana y una de las maravillas que atesora la Escuela de Minas.
Otra novedad en el capítulo de exposiciones, ha sido la que ha estado expuesta sobre minerales y fósiles de La Rioja, perteneciente al Museo de Ciencias Naturales de Arnedo, que estuvo expuesto durante todo el certamen delante del claustro de la Escuela en la primera planta.
Este recorrido quedaría incompleto sin la visita al Museo Histórico Minero “Don Felipe de Borbón y Grecia”. Este museo reúne un extenso testimonio de la riqueza minera de España y del resto de Europa desde el siglo XVIII, así como de la vinculación existente entre la Escuela de Minas y las explotaciones. Un gran número de piezas procedentes de donaciones o encargos efectuados a las principales minas en explotación a lo largo de los siglos XIX y parte del XX, pero que en la actualidad se encuentran inactivas.
No podemos finalizar esta crónica sin el broche de oro de las visitas guiadas al Museo Geominero ubicado en el singular e histórico edificio-palacio del Instituto Geológico y Minero de España. El proyecto arquitectónico es obra de Francisco Javier de Luque. En el mes de diciembre de 1918, Francisco Javier Luque, profesor de Arquitectura de Madrid, presenta un proyecto para la construcción del nuevo edificio del Instituto Geológico y Minero de España, inspirado, según parece, en los planos del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.
El espacio que alberga el museo es una nave diáfana, de 19 metros de altura y planta rectangular, que ocupa 713 metros cuadrados de superficie. La cubierta es de estructura metálica y policarbonato, que fue reemplazada durante las últimas obras acometidas a finales de los años 80 del pasado siglo XX por la original de vidrio armado con juntas de plomo. En altura se disponen tres corredores perimetrales volados al espacio central, a los que se accede mediante tres escaleras de caracol y un ascensor, situados en los cuatro vértices de la planta. Los pisos son de tarima, las barandillas de las balconadas de hierro forjado, y las paredes, enlucidas con yeso y decoradas con escayolas (destacando las conchas y escudos de los vértices superiores). El falso techo de la sala constituye una vidriera policroma horizontal y otras perimetrales cuasi abovedadas. Los motivos decorativos principales son un gran escudo real en el centro y cuatro escudos alegóricos del Cuerpo de Minas que ocupan la parte central de cada uno de los lados.
Conservar, investigar y difundir la riqueza y diversidad del patrimonio geológico, paleontológico y mineralógico a través de las importantes colecciones de minerales, rocas y fósiles procedentes de todas las regiones españolas y de antiguos territorios coloniales, así como de yacimientos significados del registro mundial, son algunos de los objetivos del museo.
Se une, a la exclusividad científica de estas colecciones, el valor histórico de las mismas, pues su origen se remonta a la creación de la Comisión del Mapa Geológico de España en 1849; desde entonces se han nutrido de los trabajos realizados por el IGME a lo largo de más de 150 años de investigaciones geológicas y mineras.
Ya lo decía el clásico que lo más hermoso que podemos experimentar es la parte misteriosa de la vida. Y hay en la afición a la minería un cierto halo enigmático que nos da esplendor en los momentos de prosperidad y nos consuela y gratifica en la adversidad y los instantes de la desgracia.